Creado por la ley de Bases, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es una de las grandes apuestas del Gobierno para traccionar inversiones de gran envergadura en sectores estratégicos como energía, tecnología, turismo e industria. Cierto es que para que esto suceda se necesitan no solo condiciones macroeconómicas más favorables, sino reconstruir la confianza de los grandes inversores en la previsibilidad de las reglas de juego en nuestro país.
Esto claramente dependerá de la evolución del panorama político, económico y social en la Argentina, pero sobre todo de un elemento central: el tiempo. Por eso es importante comprender, a tres meses de la entrada en operación del RIGI, ¿qué proyectos de inversión se presentaron hasta ahora? ¿Qué nos dice esto sobre el escenario geopolítico mundial?
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