Gracias al crecimiento de la producción de shale gas en Vaca Muerta, Argentina busca terminar anticipadamente, en 2024, el contrato de importaciones de gas natural con Bolivia, que une comercialmente a los países desde 2007 y se extiende hasta 2026.
La intención oficial es aprovechar la simultaneidad del salto en Vaca Muerta y el desplome de los campos productivos de Bolivia para acelerar el cierre del contrato a 20 años firmado por los expresidentes Néstor Kirchner y Evo Morales. Para eso, será necesario que el año próximo la Argentina ya tenga construido y en operación la reversión del flujo de gas del Gasoducto Norte.
«Si no se hace rápido, puede faltar gas en Tucumán y más adelante en Córdoba», cuenta una fuente de la industria. Por eso, el Gobierno oficializó mediante el Decreto 230/2023 la aprobación del «Modelo de Contrato de Préstamo CAF» por US$ 540 millones del Banco de Desarrollo de América Latina para sacar a la brevedad la licitación de 3 obras, posteriores al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).
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