En una decisión inesperada que tomó por sorpresa al sector financiero internacional, el Tribunal de Apelaciones de Nueva York decretó el 20 de febrero pasado que los bonos PDVSA 2020 están sujetos a la ley venezolana de acuerdo con el Código Comercial Uniforme de Nueva York. Este fallo marcó un giro inesperado tras cinco años de litigios costosos y plantea nuevas incertidumbres sobre la subasta de CITGO en Delaware por parte del juez Leonard Stark, poniendo en duda el papel de Nueva York como centro financiero preeminente.
La corte determinó que el proceso de emisión de la deuda se regirá por la ley local de Venezuela, lo que afecta directamente a la cadena de control y garantías establecidas bajo jurisdicción de Estados Unidos para la protección de los tenedores de bonos. Esta resolución ha causado que el valor de los bonos PDVSA 2020 experimentara una caída drástica, de 89 a 67, aunque recientemente se recuperó hasta 84, impulsados por la expectativa de recuperar intereses adicionales por un valor de 530 millones de dólares y su re-inclusión en el índice de bonos de mercados emergentes de JP Morgan.
CITGO, refinadora ubicada en EEUU y objeto de la disputa, se encuentra en un proceso judicial de venta debido a reclamaciones por más de USD 21.000 millones contra el estado venezolano por expropiaciones, incumplimientos de contrato y bonos soberanos. Vale destacar que el valor de CITGO se estima en solo la mitad del total reclamado. Los acreedores recibirán compensación a través de una subasta de CITGO, luego de que se determinara que esta actuaba como un “alter ego” del gobierno venezolano.
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