Recuperar los árboles perdidos por la tala indiscriminada es vital en la lucha contra el cambio climático. No es casualidad que muchas empresas y gobiernos se jacten de reforestar como una de las medidas para ser “amigables” con el planeta. Pero una nueva investigación encontró la manera de que esa práctica sea más eficiente en la captura de carbono: hay que evitar el monocultivo.
El estudio encontró que las reservas de carbono sobre el suelo son al menos un 70% más altas en los bosques mixtos que en los monocultivos. Y esto no es todo. En comparación con los bosques de una sola especie, los que tienen variedad de plantas son más resistentes a plagas y enfermedades y la prestación de servicios ecosistémicos también es mayor en los bosques de especies mixtas y sustentan niveles más altos de biodiversidad.
Hay varias razones por la que la variedad de árboles genera condiciones más eficaces para almacenar carbono que los monocultivos. En primer lugar, las especies de árboles tienen diferentes características que les permiten adaptarse a una gran variedad de cambios ambientales. Esto significa que los bosques mixtos son más resistentes a las perturbaciones climáticas, como las sequías y las plagas. Como resultado, los bosques mixtos tienen una menor probabilidad de morir y liberar carbono a la atmósfera.
En segundo lugar, cada árbol tiene diferentes tasas de crecimiento y de descomposición. Esto significa que los bosques mixtos tienen un flujo de carbono más equilibrado, con menos carbono liberado a la atmósfera que en los monocultivos. “No se trata sólo de plantar árboles; se trata de plantar bosques diversos”, dijo la ecologista Emily Warner de la Universidad de Oxford, autora principal del estudio.
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