Apenas se anunció el congelamiento de combustibles hasta el 31 de octubre, en la industria del Oil & Gas advirtieron las consecuencias que esto tendría para Vaca Muerta y recordaron el impacto negativo que tuvieron las medidas de Macri en el sector después de las PASO del 2019.
Si bien la intervención de ese momento fue mucho más agresiva y no fue consensuada, mientras que en este caso se acordaron una serie de beneficios impositivos para compensar parcialmente el perjuicio, lo concreto es que todos esperan un cierto coletazo en el Upstream.
“La contracción en el precio de los combustibles en el mercado local se traducirá seguramente en una disminución en los niveles de inversión y, con ello, en una menor tasa de crecimiento de la producción”, afirmó el último informe de la consultora Economía & Energía.
La cuestión es que, para que a las refinadoras les cierren los números de vender su combustible a un valor fijo en medio de esta inflación desbocada, se debió reducir el precio del barril criollo a 56 dólares, lo que constituye una señal muy negativa que desalienta la inversión y refuerza la competitividad de otros proyectos alrededor del mundo que, a pesar de tener un recurso menor.
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