Este año podría significar una bisagra en la vida económica del país. Actualmente se encuentran en proceso trabajos relacionados con la exploración offshore, minería, hidrógeno verde, litio y el transporte del petróleo de Vaca Muerta. Al concretarse, estas obras aportarán una generosa cantidad de divisas que modificarán radicalmente el panorama económico argentino.
Los grandes proyectos de inversión que se ejecutarán en 2024 pueden ser un principio de solución para varios de los problemas que afectan al país. Además de solucionar cuestiones energéticas crónicas que padece Argentina, estas obras impactarán positivamente en la balanza comercial y podrían generar un boom exportador, obteniendo así los dólares necesarios para equilibrar las cuentas fiscales.
Desde el Gobierno Nacional buscan impulsar este tipo de iniciativas privadas a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que está incluido en la Ley Ómnibus que actualmente se está debatiendo en el Congreso. Este régimen declara a las grandes inversiones de “interés nacional” y lleva “certidumbre, seguridad jurídica y protección eficientes de los derechos adquiridos a su amparo”.
Se incluyen en los beneficiarios del programa a “aquellos proyectos que involucren la adquisición, producción, construcción y/o desarrollo de activos que serán afectados a actividades y serán de largo plazo”.
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