El biometano es un recurso energético renovable, flexible y limpio, que en la Argentina puede adquirir una gran participación en la utilización en redes de distribución, el transporte o sistemas cerrados sin mayor costo de infraestructura. Actualmente, en el país hay 28 plantas de biogás en funcionamiento que permiten la generación de unos 51 Mw de energía eléctrica, esto es el equivalente a unos 370.000 m3 día de gas natural, y hay otras 24 en construcción a partir de la licitación RenMDI, por otros 30 Mw que deberían estar operando por contrato para 2026.
Técnicamente, el biometano es una evolución del biogás, un producto renovable que se obtiene a partir de la degradación de residuos orgánicos, como desechos biológicos, lodos de aguas residuales o residuos orgánicos domésticos e industriales. Lo más importante es que químicamente es idéntico al metano del gas natural, por lo que puede sustituirlo y utilizarse en las mismas aplicaciones.
Sólo en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, se estima que tiene el potencial para impulsar la construcción de 324 plantas, con una inversión de US$ 2.170 millones y la creación de más de 10.000 empleos directos e indirectos en la operación de las plantas. Pero a nivel nacional, el potencial de la industria permite elevar las proyecciones a una producción equivalente a 14 MMm3/día de gas natural, es decir el 10% de la demanda actual del país, que se alcanzaría con unas mil plantas de producción que requerirían US$ 5.000 millones de inversión.
La estimación surge de un estudio realizado por la Cámara Argentina de Energías Renovables y formó parte de las discusiones desarrolladas en el reciente seminario internacional SiBiogas, realizado en la ciudad de Río Cuarto por las principales empresas del sector. El biometano se obtiene de un upgrading del biogás para ser totalmente compatible con el gas natural. Se obtiene a partir de biomasa como cultivos forrajeros (maíz, sorgo); efluentes pecuarios (porcinos, tambo, feedlot); efluentes agroindustriales o cualquier materia orgánica residual, natural o producida.
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