El magnético gas de Allen

La Legislatura de Río Negro cerró el año con un tema complejo: la ratificación de la sesión de su principal yacimiento de gas y la extensión, por 10 años, del contrato de concesión. Estación Fernández Oro (EFO), en Allen, formó parte del paquete de áreas que YPF puso a la venta para concentrase en sus activos más rentables, casi el 100% de ellos en Vaca Muerta, y quedó en manos del grupo empresario Quintana Energy, que tiene una amplia trayectoria en servicios petroleros.

La historia reciente de EFO es muy particular. El aún hoy principal -aunque defletado- bloque productivo de gas rionegrino (alrededor de 900 mil m3 cuando llegó a superar los 4.000.000 m3) siempre tuvo a su alrededor un aura compleja de descifrar: fue vibrando al calor de los ritmos de la política nacional y hasta pareció un eco apadrinado de compensación por toda la atención y los dólares que desde 2012 se veían pasar hacia Vaca Muerta.

En 2014 YPF, por entonces dirigida por Miguel Galuccio, creó YSUR para adquirir y operar una serie de bloques que tenía en su poder la firma estadounidense Apache. La empresa formó parte de aquel entramado offshore que se había montado para evitar embargos a la petrolera, que venía de ser nacionalizada apenas unos años antes. Recién en 2016 YSUR mudó su domicilio de las Islas Caimán a Argentina.

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Diplomatura en producción de litio