La pregunta del millón en el mercado del petróleo que llevan intentando dar respuesta los inversores desde hace décadas es cuándo llegará el techo en el crecimiento de la demanda. A día de hoy, y a pesar de los esfuerzos en la lucha contra el uso de los combustibles fósiles, un proceso que se ha intensificado en los últimos años, la realidad es que el petróleo sigue siendo una fuente de energía vital para el ser humano. Tanto, que la demanda sigue creciendo año tras año, aunque a un ritmo cada vez más lento. Esto ha llevado a muchos analistas a plantearse cuándo será el momento en el que la demanda tocará techo, y comenzará un proceso de destrucción de la misma, que, con los años, puede reducir sustancialmente el consumo de petróleo de todo el planeta. Julius Baer es la última firma que se ha aventurado a hacer una previsión, y tiene claro que el pico de demanda se tocará en la próxima década, un periodo en el que, a su juicio, se va a producir el gran «cambio estructural» en el mercado del recurso energético.
El conflicto bélico en Oriente Medio está pasando para el petróleo como una anécdota que queda empañada por una tendencia estructural mucho más importante: la sustitución del crudo por otro tipo de fuentes de energía, que está debilitando la demanda hasta el punto de que ya se empieza a otear en el horizonte el pico de consumo mundial. Y es que, no hay que engañarse: una cosa es que la demanda crezca a un ritmo más lento, como está ocurriendo, y otra muy distinta, que cada vez se consuma menos crudo en el planeta. Esta es la gran pregunta ahora en el mercado del crudo: ¿cuándo llegará el momento en el que se verá la mayor demanda de la historia del petróleo? Para muchos expertos no está lejos, y será esta misma década, algo que está presionando a los precios a la baja, a pesar de la guerra entre Israel y Hamás y el cierre del Mar Rojo para el comercio mundial.
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