Un nuevo escenario internacional empieza a desafiar el proyecto de exportación de gas de Vaca Muerta. La cotización del Henry Hub, mercado de referencia de los Estados Unidos con fuerte incidencia a nivel global, se desploma incluso por debajo de los precios de la pandemia y alcanza niveles que no se veían desde 1999.
El sendero declinante comenzó a mediados del 2022 cuando llegó a operar a más de 9 dólares el millón de BTU (unidad de medida del gas). De todas maneras, se trataba de un precio de pánico por la guerra entre Rusia y Ucrania que ningún analista proyectaba a largo plazo.
Ya en 2023, se estabilizó apenas por arriba de los 3 dólares y, desde enero del 2024 empezó a descender de forma sostenida hasta alcanzar los 1,6 dólares que marca en estos momentos.
Hay dos grandes motivos que explican este rumbo bajista que se ve desde comienzos de año. En primer lugar, el invierno del hemisferio norte está siendo más cálido de lo previsto y eso provoca un menor consumo de gas para calefaccionarse.
En consecuencia, ya a fines de enero, la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA) registró inventarios un 7% por encima del promedio de los últimos cinco años. Un panorama que lógicamente se profundizó en febrero.
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