Aumentar la producción de hidrocarburos en los Estados Unidos para garantizar el acceso a energía barata y segura para la producción fabril. Este es uno de los conceptos rectores de la política económica de la administración de Donald Trump que dos de sus funcionarios de primera línea defenderán en el CERAWeek 2025, el principal evento energético mundial del año que comienza este lunes en Houston. Su desafío será convencer a una industria energetica escéptica de los incentivos para perforar y que esta más atenta a las derivaciones de la guerra de aranceles desatada por el gobierno.
«Drill baby, drill» es la frase con la que Trump sintetizó en la campaña electoral cuál es el camino para abaratar los costos energéticos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, se encargó de ponerle una cifra a esa expectativa al hablar de la necesidad de producir un adicional de “3 millones de barriles de petróleo equivalente por día (boepd)”. La producción de petroleo crudo en EE.UU. promedió 13,2 millones de bpd en 2024, estableciendo un nuevo record anual.
Por supuesto que los responsables de explicar cuál es la agenda sectorial para arribar a esa meta seran los secretarios de Energia, Chris Wright, y de Interior, Doug Burgum, quienes participarán como oradores en el CERAWeek.
Trump nombró a Burgum como presidente y a Wright como vicepresidente del Consejo Nacional de Dominancia Energetica, una mesa creada para alinear y subordinar a todos los departamentos y las agencias federales detrás de la política energetica del presidente. La industria espera que Wright y Burgum otorguen algunas definiciones sobre un plan energetico que presentaran al presidente antes de junio.
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