El ambicioso proyecto de exportación de crudo que lleva adelante YPF está en plena etapa de licitación en sus obras fundamentales que le permitirá al país contar con la mayor plataforma marítima de exportación de petróleo, anticipando el fin del cuello de botella de transporte para la producción de Vaca Muerta.
La magnitud de la obra llamó la atención de un gigante de los Estados Unidos, la empresa Energy Transfer que meses atrás inició los primeros contactos con la conducción de la petrolera nacional interesada en participar del desarrollo de la obra, un negocio en el que tiene larga experiencia en su país.
El presidente de YPF, Horacio Marín, comentó que el primer contacto se produjo en ocasión de su visita a Houston, a fines de marzo, donde expuso los lineamientos del Plan 4×4 en el marco de los encuentros que organiza el Instituto Argentino del Petróleo y el gas (IAPG) en aquella ciudad de los Estados Unidos.
Allí, en ocasión de dar los detalles de su ya conocido plan de trabajo para transformar a la compañía en un jugador del shale de clase mundial y transformarla en una gran exportadora de hidrocarburos para el año 2030, se produjeron los primeros contactos con los directivos de Energy Transfer.
La importancia de la eventual participación de esta empresa en el proyecto del Vaca Muerta Sur, un oleoducto que se extenderá desde la emblemática área de Loma Campana hasta Punta Colorada en la costa atlántica de la provincia de Río Negro, es que se trata de una compañía que posee y opera una de las carteras de activos energéticos más grandes y diversificadas de los Estados Unidos, con más de 200.000 kilómetros de tuberías e infraestructura asociada.
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