Alemania, reconocida por su liderazgo en la transición hacia fuentes de energía renovable, invertirá un total de 40.000 millones de euros en la construcción de 25 gigavatios (GW) de ciclos combinados.
Este ambicioso plan, desarrollado por la coalición de Gobierno liderada por el Partido Socialdemócrata (SPD) en alianza con los Verdes y los Liberales, y en colaboración con actores clave de la industria energética del país, como son RWE y Uniper, tiene como objetivo estabilizar la producción eléctrica y acelerar la transición hacia las energías renovables. Representa un paso gigante en la estrategia alemana para abandonar el carbón antes de la fecha inicialmente planificada, con el objetivo de completar la transición en 2030.
Desafíos
El plan, que debía concluir el año pasado, experimentó un retraso en noviembre cuando el Tribunal Supremo descartó una financiación de alrededor de 60.000 millones de euros destinados a políticas energéticas y climáticas, obligando al Gobierno a revisar su presupuesto.
A pesar de las demoras causadas por desafíos legales y presupuestarios, la Comisión Europea ha respaldado la estrategia alemana -después de las apelaciones del organismo europeo para que los Estados miembros abandonen el gas-, allanando el camino para el lanzamiento de licitaciones en 2024. El Ministro de Economía de los Verdes, Habeck, ha expresado su optimismo sobre la rápida consecución de un acuerdo entre las partes involucradas.
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