
La hora del Gas Natural Licuado
El desarrollo del GNL debe ponerse en el marco de la transición energética argentina. Existen tantas transiciones como matrices energéticas. La matriz argentina es gasífera en un 56% y la principal fuente es el gas natural proveniente de la formación Vaca Muerta.
Aunque cada país tiene su propia matriz y estrategia, todas las transiciones confluyen en dos escenarios: 2030 y 2050, que son los plazos derivados de los compromisos del Protocolo de Kyoto y del Acuerdo de París, y establecidos en el Reglamento Europeo sobre el Clima.
Esos plazos son útiles porque dan un sentido de urgencia y un común denominador para los cometidos estatales, pero no dejan de ser convencionales y aspiracionales. También le ponen un marco temporal al desarrollo de Vaca Muerta,esa ventana tiene un plazo de vencimiento. Pero estamos en el mundo de la energía, un mundo signado inexorablemente por tres desafíos: seguridad, sostenibilidad y accesibilidad.
Con esto queremos decir que más allá de los plazos 2030 / 2050 la realidad marcará el paso de la transición según se comporten esas tres variables representadas como un triángulo equilátero o “trilema”: abastecimiento seguro, disponible para toda la población a precios razonables y que resulte ambientalmente sostenible. La aparición de factores distorsionantes como puede ser la invasión de Rusia a Ucrania y más recientemente el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente necesariamente va a tener un impacto en la estrategia u hoja de ruta de la transición energética argentina.
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