La provincia de Río Negro se mira en el espejo de Vaca Muerta y espera que rápidamente las concesiones no convencionales y los planes de desarrollo terminen de estabilizar la producción de gas y petróleo, que estaba en franca caída durante los últimos años.
La esperanza se reactivó en la semana cuando el gobierno provincial adjudicó a la empresa Kilwer SA, subsidiaria de Phoenix Global Resources, dos áreas clave en el límite de Neuquén, que son “Confluencia Norte” y “Confluencia Sur”.
El ritmo de la producción hidrocarburófera en Río Negro es muy distinto al de la vecina provincia, donde todos los meses se baten récords de producción, debido a las inversiones de las operadoras y la secuencia de años de pozos shale perforados.
Sólo el área de Estación Fernández Oro (EFO) donde se saca actualmente más del 30% del gas de la provincia, se convirtió en una suerte de modelo que puede llegar a ser la provincia en unos años.
Lea la nota completa en Más Energía.