La noticia de que la estatal malaya Petronas se retira del proyecto de GNL en Bahía Blanca, asestó un duro golpe al sector empresario, a las provincias de Buenos Aires y Neuquén y al gobierno de Javier Milei.
Esta inversión, estimada en US$ 30.000 millones, se perfilaba como una de las mayores en la historia del país. Hasta ahora, no se ha emitido ningún comunicado oficial de la compañía malaya explicando los motivos de su decisión. Energía&Negocios intentó, sin éxito, obtener una declaración de las autoridades de Petronas en Kuala Lumpur. Su oficina de prensa se negó a hacer comentarios, sin confirmar ni desmentir la información que circula en Buenos Aires.
No hubo claridad en la comunicación por parte de YPF sobre las causas del abandono de la malaya. En off, algunos ejecutivos intentaron justificar la salida por la incertidumbre macroeconómica y el cepo cambiario. Otros recurrieron a argumentos un tanto más ligth al mencionar la alta competitividad global en el sector energético. Según esa línea argumental, las grandes inversiones en GNL de EE.UU. y Arabia Saudita, y el posible fin de la guerra en Ucrania, podría reposicionar a Rusia en los mercados internacionales.
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