Inmediatamente después de otro año tumultuoso y lleno de acontecimientos para el panorama energético mundial, 2024 ya continúa la tendencia de interrupciones, vientos en contra y oportunidades. El año pasado terminó con un acuerdo trascendental en la COP28 para reducir las emisiones globales de metano, un importante contribuyente a las emisiones en todo el mundo.
El próximo año será otra montaña rusa para la industria, lo que planteará preguntas importantes sobre si se pueden lograr los objetivos de cero emisiones netas descritos en el Acuerdo de París. Las elecciones, los problemas de la cadena de suministro y la maduración de industrias nacientes están en juego.
“El año pasado fue crucial para el mundo de la energía. La capacidad de energía renovable se expandió rápidamente, manteniéndose por primera vez a la par del crecimiento de la demanda mundial de energía. La energía solar fotovoltaica necesitaba crecer 220 gigavatios (GW) en 2023 para seguir el escenario de 1,6 DG para el calentamiento global. Las últimas cifras indican ahora que podría acabar por encima de los 400 GW. Y ahora hay visibilidad de la cadena de suministro para una entrega anual de 1.500 GW”, dice Jarand Rystad, director ejecutivo de Rystad Energy.
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