
Los planes de la gigante saudí Aramco en Sudamérica
Entre julio y agosto, una delegación de inversionistas árabes realizó una gira por Latinoamérica. Fueron cerca de 50 los altos ejecutivos de empresas y organismos del Gobierno saudí que visitaron Brasil, Paraguay, Argentina, Costa Rica, Panamá y Chile. Su objetivo: conocer de primera mano las oportunidades de inversión en este rincón del planeta. Todo en el marco del plan Visión 2030, una iniciativa lanzada en 2019 que apunta a transformar la economía de Arabia Saudita. El plan es ambicioso e involucra no solo a las industrias tradicionales, sino también a las relacionadas al turismo, el arte, el deporte y los espectáculos. Una muestra de ello es la contratación de deportistas de talla mundial como Cristiano Ronaldo, que desde enero de este año juega en la liga profesional saudí. Pero la iniciativa no solo mira hacia adentro de Arabia Saudita, sino que apunta a diversificar sus intereses en el resto del mundo para lograr depender cada vez menos del petróleo que hoy es cerca del 60% de su economía.
“Saben que el petróleo no se va a acabar, pero que va a ir perdiendo su valor a futuro por la transición energética”, explica Nicolás Manzur, director ejecutivo de la Cámara Chileno Árabe de Comercio e Inversiones (Camcha). Por esta razón, indica Manzur “están yendo a todo el mundo. Partieron en EE UU y Europa y ahora desembarcan en Sudamérica”.
Entre las empresas que formaron parte de la comitiva que visitó Chile en agosto estaba Aramco, la petrolera más grande del mundo y la tercera compañía de mayor valor a nivel mundial después de Apple y Microsoft, con una capitalización bursátil de 2,2 billones de dólares. La misma que el 15 de septiembre pasado firmó un acuerdo para quedarse con el negocio de distribución de combustibles de Esmax, el tercer actor de este mercado en Chile donde opera bajo la marca de Petrobras, por unos 400 millones de dólares. Una transacción que pretende ser la puerta de entrada de Aramco, cuyo 90% pertenece al Gobierno de Arabia Saudita, para seguir creciendo en la región.
El acuerdo “crea una plataforma para lanzar la marca Aramco tanto en Chile como en Sudamérica de manera más amplia, desbloqueando un potencial significativo para capitalizar nuevos mercados para nuestros productos”, fueron las palabras de Mohammed Y. Al Qahtani, presidente de refinería y márketing de Aramco, quien formó parte de las negociaciones con Southern Cross Group, la empresa de capital privado de Latinoamérica, que controlaba las estaciones de Petrobras a través del fondo de inversión Ameris Private Equity Fund.
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