
Petrobras y Bolivia discuten flujo de gas
La continua disminución de las reservas de gas de Bolivia y, en consecuencia, de sus exportaciones a Brasil, plantea preguntas cruciales sobre las alternativas energéticas para la industria brasileña.
Una visita anunciada de Petrobras (BVMF:PETR4) al vecino país finalizó la semana pasada tras una ronda de conversaciones con la petrolera estatal YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, que incluyó promesas de la empresa brasileña de nuevas inversiones en la exploración y producción de petróleo y gas natural en la nación del presidente Luis Arce. En palabras del presidente ejecutivo de Petrobras, Jean Paul Prates, está en marcha una «reconciliación gradual» entre los dos países.
Las reuniones son una respuesta directa a la fuerte disminución de los volúmenes de gas que llegan a través del gasoducto Brasil-Bolivia, que comenzó a operar en 1999. Las importaciones comenzaron con un contrato de 30 millones de m³ diarios de capacidad, pero con el paso de los años, con la caída de las reservas bolivianas, la cantidad ha ido disminuyendo hasta los actuales 13 a 14 millones de m³/d.
Contrariamente a la menor oferta de gas natural de Bolivia, la demanda de Brasil sigue creciendo, superando los 63 millones de m³/d frente a los 47 millones de m³/d de la oferta nacional, según datos de enero del Ministerio de Minas y Energía. En otras palabras, Bolivia está satisfaciendo menos de un tercio de la demanda brasileña y las proyecciones del mercado son que la producción boliviana seguirá cayendo hasta llegar al punto en que solo sea suficiente para el mercado interno boliviano.
En este contexto, hace unas semanas, Mauricio Tolmasquim, director ejecutivo de Transición Energética y Sostenibilidad de Petrobras, dijo que la visita a Bolivia tenía como objetivo evaluar formas para que Petrobras interviniera en la producción, con el fin de ayudar a aumentar el suministro de gas a Brasil. «Es de nuestro interés maximizar el uso del gasoducto existente», dijo.
Las expectativas de los consumidores de gas por la evolución de la oferta se centran en la entrada en operación del gasoducto Ruta 3 en 2024, que aportará 18 millones de m³/d adicionales de producción del área BM-C-33, en la Cuenca de Campos, y del proyecto Águas Profundos, en Sergipe. También hay expectativas con respecto a las reservas de gas de esquisto de Argentina del yacimiento de la formación Vaca Muerta. Con la construcción de un gasoducto corto, sería posible conectar este suministro al gasoducto existente proveniente de Bolivia.
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