En un almacén al aire libre en Central Valley, California, estantes de 12 metros de alto sostienen cientos de bandejas llenas de un polvo blanco que se hace crujiente cuando absorbe dióxido de carbono del cielo.
La empresa emergente que construyó la planta, Heirloom Carbon Technologies, afirma que se trata de la primera planta comercial en Estados Unidos que aplica la captura directa de aire, consistente en succionar gases de efecto invernadero de la atmósfera.
Otra planta opera en Islandia, y algunos científicos señalan que esa técnica podría ser crucial para combatir el cambio climático.
Heirloom tomará el dióxido de carbono extraído del aire y sellará el gas permanentemente en concreto, donde no puede calentar al planeta. Para generar ingresos, la empresa les vende créditos de retiro de carbono a empresas dispuestas a pagar una prima para compensar sus emisiones.
Microsoft ya suscribió un convenio con Heirloom para extraer 315.000 toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera.
La primera planta de la empresa en Tracy, que se inaugura el jueves, es muy pequeña. En estas instalaciones, es posible absorber como máximo 1000 toneladas de dióxido de carbono al año, equivalentes al gas del escape de unos 200 automóviles. Pero Heirloom espera una expansión rápida.
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