Las principales empresas del sector de los hidrocarburos que operan en el país estimaron que para 2030 las exportaciones de petróleo y gas llegarán a u$s29.000 millones, lo que implicará que para fin de la década el superávit comercial sectorial se incrementará a u$s25.000 millones.
«Argentina lo que tiene que lograr para alcanzar esos niveles de producción es triplicar los niveles de inversión a lo largo de la próxima década. Para hacerlo se requiere un conjunto de normas que ordenen centralmente los precios en el sector y que den claramente una señal de precio y de alineamiento de los precios locales con los vigentes en el mercado internacional», definió Nicolás Arceo, consultor especializado y autor del trabajo estadístico para la CEPH.
En diálogo Ámbito, Arceo advirtió que hoy el crudo local se paga 56 dólares el barril cuando el Brent en el mercado internacional está en torno a 90 dólares. «Claramente eso lo que te genera es una pérdida de competitividad de la Argentina respecto a otras cuencas productivas a nivel internacional», remarcó el director de la Consultora Economía y Energía.
El reporte agregó que la consecuencia del desacople de precios implicó una transferencia de más de u$s76.000 millones a los consumidores argentinos desde comienzos del siglo XXI, proceso que si bien permitió abaratar los combustibles en el mercado local supuso una significativa disminución en los niveles de inversión y, con ello, de la producción. En simultáneo, remarcó que por el aumento de los precios internacionales de la energía en los últimos años, en conjunto con la política tarifaria instrumentada, condujeron aun crecimiento sustantivo de los subsidios hasta superar los u$s12.000 millones el pasado año.
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