El último informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) sobre la programación estacional provisoria para el período noviembre a abril 2025 es el que alertó al gobierno nacional sobre la necesidad de acelerar el plan de contingencia con cortes programados, concentrados primeros en los grandes consumidores, que adelantó el domingo LA NACION. El reporte -que estima que la demanda superará los 30.000 MW en el país- considera clave la complementación con la oferta regional de la generación local. Si llegan alrededor 3000 MW de Brasil, Paraguay y Uruguay, la “probabilidad de satisfacer la demanda pasa al 97%”.
Dos exsecretarios de Energía de la Nación, Daniel Montamat y Jorge Lapeña, coincidieron en subrayar que no tiene por qué haber cortes si se trabaja desde ahora en garantizar la importación de energía.
Cammesa prevé que la demanda máxima del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) supere los 30.000 MW. Este año alcanzó los 29.650 MW en el verano y fue entonces cuando el país salió a comprar energía a Brasil y Paraguay; por esa vía se sumaron unos 2000 MW extras. La proyección de un nuevo récord de calor en la próxima temporada (varios días de más de 30 grados) se combina con una baja de la generación hidráulica (por menor disponibilidad de agua en los embalses) y la salida de operaciones de Atucha 1. Por eso, el contexto se presenta más complejo.
“Se supone que si viene un verano de mucha temperatura puede haber una demanda muy alta de electricidad y lamentablemente no ha habido inversiones en estos últimos tiempos, con lo cual va a faltar generación y va a tener que programarse algún corte, sobre todo hacer algunos acuerdos con los sectores productivos, sectores industriales”, admitió el domingo pasado el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
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