El BEU analiza el año 2022, que es el último del que se tienen datos. En el mismo se mide el flujo de energía desde su forma primaria hasta su uso final, por parte del consumidor. Este análisis permite identificar las pérdidas energéticas en cada etapa de la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumo y evaluar la eficiencia de diferentes sectores y tipos de energéticos. En este sentido, hay tres tipos de balances energéticos: 1) el de reservas (potencial), 2) el de consumo (origen y destino) y 3) el que se centra en la eficiencia, es decir, cuánto de la energía disponible realmente se aprovecha.
El BEU permite:
● Identificar ineficiencias y oportunidades para mejorar el uso de la energía en diferentes sectores.
● Diseñar políticas de eficiencia energética eficaces y acordes a las necesidades reales de los sectores.
● Priorizar la adopción de medidas y/o tecnologías específicas en sectores donde la eficiencia puede ser clave para su desarrollo y crecimiento.
● Realizar proyecciones del consumo energético futuro más precisas y determinar necesidades de inversión en infraestructura energética.
Este informe le permite a la Argentina formar parte de un pequeño grupo de países de la región que cuentan con su Balance de Energía Útil. La mejora y actualización del BEU es parte de un proceso de construcción de información que seguiremos desarrollando para lograr una gestión más eficiente de los recursos energéticos de nuestro país.
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