«Desde Shell estamos siempre explorando las oportunidades de optimizar nuestro portfolio». De esta manera, y a través de un escueto comunicado, la petrolera angloholandesa adelantó que está estudiando la posibilidad de asociarse con YPF para exportar GNL y así lograr los fondos necesarios para el desarrollo de la planta en en Punta Colorada, tras la salida de la malaya Petronas.
«Pero por política de la compañía, no hacemos comentarios sobre actividades o acuerdos comerciales potenciales”, aseguró la compañía, una de las dos petroleras multinacionales con mayor actividad en Vaca Muerta junto con Chevron.
La escueta declaración llegó en respuesta a la declaración del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien filtró a la prensa la supuesta negociación durante un acto de la Unión Industrial Argentina realizado en Córdoba. “En las próximas horas se suscribiría un Memorando de Entendimiento (MOU) con una de las compañías petroleras más importantes del mundo, lo que implicaría un ingreso total de U$S 140.000 millones para la Argentina en un plazo de dos décadas”, sostuvo el funcionario.
“Esta empresa puede comprar un tercio de las exportaciones de gas de Argentina, que equivalen a unos U$S 7.000 millones anuales por 20 años, lo que garantizaría una enorme estabilidad financiera para el país”, destacó también Francos. En off the record se filtró luego desde el propio gobierno que la petrolera con la que se negocia es Shell.
La información llamó la atención en el sector energético porque este tipo de negociaciones corporativas suelen manejarse con el máximo hermetismo, y recién se anuncian cuando el acuerdo está cerrado.
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