
YPF probó dos motores a GNL en un set de fractura en Vaca Muerta
Una nueva prueba piloto para buscar eficiencia en las operaciones de Vaca Muerta tuvo como escenario Bandurria Sur. Allí YPF y Halliburton utilizaron dos motores a GNL en un set de fractura, reemplazando una parte del diésel que consumen estos equipos. Es el primer paso de una estrategia más ambiciosa que estudiará la opción de utilizar el gas de venteo en el fracking.
El set de Halliburton utilizó un kit bi-fuel (de gas y gasoil) que alimentó las bombas existentes con gas natural licuado que proveyó Galileo Technologies, una de las empresas más reconocidas en el rubro de «gasoductos virtuales» (la tarea de licuar en un punto, transportar en camión y regasificar en otro lugar). Las primeras conclusiones indican que el modelo permitió ahorrar un 60% de diésel.
«Se espera poder aprovechar gas de venteo para este tipo de equipos», indicaron fuentes vinculadas al proyecto. Si bien es la búsqueda de la reducción de emisiones la que persiguen compañías como YPF y otras operadoras de Vaca Muerta, en este caso se trataría de la reutilización más eficiente de un gas que de todas formas sería venteado.
Tras la prueba de estos motores duales, ahora YPF empieza a poner en la balanza el costo económico y el costo ambiental. Las dos variables son clave para la compañía en un plan integral de eficiencia energética y reducción de emisiones, como el metano.
Antes, YPF fue la primera compañía que empleó una turbina a gas. La operadora sumó en junio pasado una turbina que utilizó GNC en uno de los sets de fractura que tiene trabajando en Vaca Muerta. Aquella vez fue Schlumberger la que colocó entre sus caños azules la turbina pintada de verde que se desarrolló por las empresas argentinas QM Equipment y Eco2Power y la estadounidense SPG.
Cada etapa de fractura consume aproximadamente 1000 litros de diésel. Este modelo permitiría reemplazar parcialmente por un combustible con menos emisiones.
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