A tiempo, habló Georgieva y la sangre no llegó al río

En un día que fue de negro a gris, marzo cerró con una jornada que a media rueda venía muy complicada, pero apareció la palabra de Kristalina Georgieva, la jefa del FMI, y las cosas terminaron complicadas, pero no tanto.

El viento en contra se originó muy temprano a nivel internacional en las Bolsas asiáticas, con caídas del 4% en Tokio y Taiwán, a la espera de que este miércoles el Presidente Trump ponga en marcha una batería de aranceles. Pero con el correr de las horas aparecieron versiones de que la guerra comercial no arrancará tan fuerte y, luego de bajas importantes en Europa, la Bolsa de Nueva York terminó con un empate.

Sin embargo, como Putin no responde a las pretensiones del Presidente norteamericano y como en Francia sacaron a Marine Le Pen del juego por una condena, hubo dos movidas inquietantes en las materias primas: el petróleo saltó más del 3% y cerró en el máximo del mes, con los inversores globales buscando refugio, llevando al oro a un nuevo récord (dejando esta vez de lado a la onza de plata y al Bitcoin).

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