Los reguladores brasileños han detenido algunas operaciones de perforación de alta mar de gigantes petroleros como Petrobras y Equinor, lo que complica los proyectos de exploración y producción en un momento crucial para los efectos del país por impulsar la producción de crudo.
Si la producción se mantiene estancada en 2025, podría ser una señal para la alianza OPEP+ de que puede empezar a aumentar las exportaciones sin el riesgo de un exceso de oferta que haga bajar los precios.
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