El oleoducto Vaca Muerta Sur, impulsado por YPF junto a un consorcio de empresas energéticas, avanza en sus primeras etapas de construcción. Con una inversión superior a los 3.000 millones de dólares, el proyecto prevé una extensión de 600 kilómetros y una capacidad de transporte de hasta 550.000 barriles diarios de petróleo, con posibilidad de ampliación a más de 700.000 barriles por día.
Actualmente, las obras se concentran en la finalización del tramo que une Loma Campana, en Neuquén, con la Estación de Bombeo Allen, en Río Negro. De manera simultánea, comenzaron los trabajos preliminares para extender el ducto hasta la futura terminal marítima de Punta Colorada, donde se montará la infraestructura de exportación.
El oleoducto busca aumentar la capacidad de transporte de crudo de Vaca Muerta y posicionar a Río Negro como un nodo estratégico para la exportación de hidrocarburos. Andrea Confini, secretaria de Energía y Ambiente de la provincia, destacó el impacto del proyecto: “Esta obra no solo incrementa la infraestructura de transporte, sino que también refuerza el rol de Río Negro en el desarrollo energético del país”.
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