Bernal busca que Guzmán aumente los subsidios mediante el congelamiento del precio del gas

Bernal busca neutralizar un conflicto con distribuidoras y transportistas, que están bajo su órbita, al darles la recomposición mínima que requiere para evitar la ruptura de la cadena de pagos. Al mismo tiempo, aplica el techo del 20% en la tarifa final de los hogares y mantiene congelado el precio del gas que abonan los usuarios, lo que redundará en un nuevo aumento de los subsidios.
El interventor de Enargas, Federico Bernal, negoció con distribuidoras y transportistas una recomposición promedio de sus ingresos de 42% y 55% respectivamente. Al mismo tiempo, decidió mantener sin cambios el precio en gas de boca de pozo que pagan los usuarios, desconociendo la recomendación que realizó la secretaría de Energía en la última audiencia pública. En la discusión interna volvió a quedar relegada la posición del secretario de Energía, Darío Martínez.
De este modo, Bernal busca neutralizar un conflicto con distribuidoras y transportistas, que están bajo su órbita, al darles la recomposición mínima que requiere para evitar la ruptura de la cadena de pagos. Al mismo tiempo, aplica el techo del 20% en la tarifa final de los hogares y mantiene congelado el precio del gas que abonan los usuarios, lo que redundará en un nuevo aumento de los subsidios. Lo que resta ver es si el ministro de Economía, Martín Guzmán, convalida esta negociación o el acuerdo con el FMI obliga a revisar los números.
La negociación de Bernal
El aumento promedio que autorizó Bernal para las distribuidoras del Área Metropolitana de Buenos Aires va a ser del 42% de sus ingresos, esto incluye a Metrogas, Naturgy y Distribuidora Gas del Centro. El aumento para los usuarios difiere: para los hogares y GNC el aumento en el Valor Agregado de Distribución es del 35% y de los grandes usuarios llega al 70%. En el caso de los hogares, cuando ese aumento se traslada a la factura no pasa del 20%. A su vez, para las transportistas la recomposición del VAD promedio llega al 55%, pero su impacto en la tarifa es menor porque solo el 11% del precio que paga el usuario final corresponde al costo de transporte, mientras que la distribución incide en un 25% y el precio del gas se ubica apenas por encima del 40%.
Con esta negociación, Bernal garantiza que distribuidoras y transportistas no rompan la cadena de pagos, ya que no deberían tener problemas para pagar un gas que permanecerá congelado, y evita así problemas en el área que le compete de manera directa.
Al no aceptar ninguna recomposición del gas en boca de pozo que debe pagar el usuario, lo que hace Bernal es trasladar la bomba aguas arriba y, básicamente, obliga a Guzmán a incrementar los subsidios para evitar que la situación explote.
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