Chevron logró un gran avance tecnológico al producir por primera vez petróleo de un yacimiento en el Golfo de México bajo presiones submarinas extremas. La iniciativa inaugura una era de producción en aguas profundas que durante mucho tiempo habían estado vedadas por falta de equipos capaces de soportar presiones de hasta 20.000 libras por pulgada cuadrada.
Con una inversión de 5.700 millones de dólares, el proyecto recibió el nombre de Anchor y es llevado a cabo por Chevron junto a su socio TotalEnergies, que esperan que produzca durante 30 años. En su punto álgido, la plataforma flotante bombeará hasta 75.000 barriles de petróleo y 28 millones de pies cúbicos de gas natural al día. El yacimiento se encuentra a unas 140 millas (225 km) de la costa de Luisiana.
Un hito de Chevron en la industria
«Esta tecnología, pionera en el sector de las aguas profundas, nos permite desbloquear recursos a los que antes era difícil acceder y posibilitará desarrollos similares de alta presión en aguas profundas para el sector», dijo Nigel Hearne, vicepresidente ejecutivo de Chevron.
En tanto, el presidente de la exploración y producción de TotalEnergies, Nicolas Terraz, dijo: «La puesta en marcha de Anchor es un nuevo hito en el despliegue del modelo de energía integrada TotalEnergies en los Estados Unidos, combinando el desarrollo de proyectos petroleros con un alto apalancamiento a precios y una baja intensidad de emisiones y crecimiento en GNL integrada y energía integrada».
«Entregada de forma segura, a tiempo y dentro del presupuesto, este proyecto contribuirá a la trayectoria de crecimiento de flujo de efectivo libre de la empresa», afirmó.
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