Desde que Vaca Muerta se convirtió en un imán para las inversiones del sector hidrocarburífero en Argentina, una palabra resonó fuerte en la sociedad: fracking. La hidrofractura o fracturamiento hidráulico permite aprovechar el petróleo y el gas en rocas poco permeables como el esquisto (o shale, en inglés).
Después de diez años de desarrollo, en Neuquén se ha consolidado un grupo de empresas que concentra un negocio clave que se consolida en lo profundo de la Patagonia.
Halliburton, SLB (la ex Schlumberger), Weatherford, Calfrac y Tenaris son las principales compañías de servicios que tienen a su cargo los sets de fractura. Las primeras dos dominan el mercado y el resto viene acompañando el crecimiento de las operadoras que las contratan, como es el caso de Tenaris, que abrió una división de fracking para así contribuir a los trabajos de Tecpetrol, la petrolera del grupo que timonea Paolo Rocca.
Los datos que destacan a Vaca Muerta
El total de las etapas de fractura realizadas en 2023 fue de 14.747, un 17,8% más que en 2022 y un peromedio mensual de 1200 etapas. Los números corresponden al informe mensual que realiza el ingeniero Luciano Fucello, presidente de la Fundación Contactos Energéticos. El número también permite observar la magnitud del crecimiento de Vaca Muerta, dado que en todo 2016 apenas se hicieron 1.716 fracturas. Ahora el objetivo en la industria es alcanzar ese número todos los meses.
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