Cómo cambia el escenario doméstico con el acuerdo con Bolivia

Por Luciano Codeseira
Co-director del Instituto de Energía
Sería un exceso de optimismo creer que la condiciones críticas del sistema gasífero de argentina se evaporaron por este acuerdo.
El tema seguridad de suministro en el noroeste era clave.
Según mis cálculos en el noroeste argentino se necesita importar entre 11 y 15 MMm3d para asegurar un correcto suministro, la amplitud entre ese mínimo y máximo lo da el clima y la hidraulicidad. Hasta hace unos dias quienes estamos analizando el sector veiamos con preocupación el escenario de importacion desde bolivia con topes de 8 a 10 MMm3d.
Si las condiciones hidráulicas muestran una mejora leve, eso permite una menor dependencia de generación a nivel general será menor al 65% que registró el 2021. En el norte, centrales como Termoandes o Güemes seguramente tomen menos gas que en 2021. Además existe la posibilidad de traer gas desde el norte de Chile via swap con Vaca Muerta, de hecho un par de semanas atrás a GNL Mejillones le sobraban 33 MMm3 de gas con riesgo de sail away, condición que puede repetirse en el futuro. (ver nota pública dirigida al Coordinador Eléctrico)

Ante esta situación, asumo un requerimiento de importación entre 11 y 13 MMm3d, condicionado por cuestiones climáticas. Es decir, el riesgo de falta de suministro de gas en el norte estaría controlado, incluso con un invierno tirando a frio con el compromiso de 14 MMm3d. Eso es bueno, pero no es todo.
El sector gas en general
Respecto a todo el sistema argentino en su conjunto, la situación se dará por un ajuste precio hasta un límite, es decir se deberá hacer frente a un costo extremadamente alto del GNL y hacer una correcta gestión de la demanda si el clima juega en contra. Además con las lluvias en Brasil, seguramente allá se necesite además de menos gas de Bolvia, menos barcos de LNG, estimo unos 75/85 buques, lejos de los 101 que llegaron en 2021. Así y todo, esos buques ya tienen destino: Europa.
Ahora, tal como menciona el informe hidrológico del 4 de abril de Yacyretá, el sistema de embalses emplazados en la cuenca del río Paraná, en territorio brasilero, se encuentran con un almacenamiento ponderado actual en el orden del 65%, habiendo evolucionado positivamente desde inicio de 2022. Esto permite pronosticar un mayor despacho tanto en Yacyretá como Salto grande durante los próximos meses, todo un alivio luego de tantos meses de emergencia.
Con todo esto muy difícil poder estimar cuantos buques de LNG va a requerir el sistema. La guerra en Europa llevó al precio del gas por encima del gasoil, esto revierte toda lógica de mercado. Pero la logística del gasoil en argentina es un cuello de botella, no permite una sustitución efectiva, con lo cual la generación térmica en 2022 tendrá condiciones distintas a las del 2021 y también distintas a la programación estacional de Cammesa del mes pasado.
Hace unas semanas no me animaba a proyectar menos buques de LNG que en 2021, hoy lo creo posible. Los gráficos de a continuación simulan a distintos precios y barcos el gasto requerido para importar GNL en Escobar y Bahía.


Si asumimos un total de 50 barcos, es decir 38 buques (de 56,9 MMm3) en Escobar y 12 buques (de 84 MMm3) en Bahía, y precios de 40 usd/MMbtu y 35usd/MMbtu para escobar y Bahía Blanca respectivamente, nos da un total por importación de LNG de 4.494 MMusd. (3.192 + 1.302). Mantengo un nivel alto de precios en todo 2022, a niveles de la licitación de IEASA de fines de marzo, en línea con las decisiones de la UE que han puesto presión a los precios y no se prevén cambios.
No es menor, este escenario nos aleja de los 6.500 MMusd que representarían unos 70 buques a los precios simulados.