Cómo la Argentina puede potenciar sus exportaciones petroleras

Hoy en día se presenta una gran oportunidad para que nuestro país no sólo pueda sortear el curso de la actual crisis, sino acceder a una dimensión favorable dentro del escenario global. Se trata de la ampliación exponencial de las exportaciones de petróleo y gas, una solución que en pocos años le permitiría posicionarse con voz y voto en un mundo definido por la guerra y la post-pandemia, con sus lamentables pérdidas humanas y económicas.
En esa dirección avanza firme el Gobierno nacional, tras habilitar nuevos regímenes de acceso a divisas para la producción incremental de petróleo y gas natural. Propulsó estas mejoras junto con medidas de promoción del empleo, el trabajo y el desarrollo de los proveedores regionales y nacionales de la industria hidrocarburífera.
Son decisiones que en primera instancia protegen al sector del impacto del conflicto bélico sobre los precios de los hidrocarburos. En adelante, también propiciarán su crecimiento, de cara a generar mayor valor agregado. Desde la Federación, coincidimos en que esta es la senda sobre la que debemos marchar para librarnos de las importaciones y más tarde consolidar la Argentina como una jugadora fuerte en el campo de la exportación.
Los números que la actividad registra actualmente acompañan este impulso, por caso con récords en la producción de petróleo, que alcanzó los 571 mil barriles diarios, la cifra más alta en los últimos once años. En simultáneo, el crudo no convencional mostró un crecimiento del 55% en contraste con el año pasado, y de 124% contra el promedio de 2019. Con esa marca, esta producción trepó hasta representar el 39 por ciento del total del país.
También contribuyeron el gas y el gas no convencional, con incrementos del 11% y del 38% versus 2021, respectivamente. En el segundo caso, la participación en la producción total de gas nacional escaló hasta el 52%. En virtud de estos resultados, se puede afirmar que la Argentina cuenta con un escudo que la resguarda de la crisis global de los precios de los commodities energéticos.
A todas luces, esta tendencia alcista es parte de una continuidad favorable ya registrada en 2021, año en que las exportaciones del complejo petrolero-petroquímico totalizaron u$s5.208 millones y se elevaron un 42,3% en comparación con 2020.
El 82,7% de estas ventas externas correspondió a petróleo y gas, donde destacó el rubro Aceites crudos de petróleo, con un registro de u$s1.848 millones y una suba de 71,6 puntos porcentuales en relación con 2020. Le siguieron las exportaciones destinadas como aprovisionamiento de combustibles y lubricantes a buques y aeronaves, con u$s835 millones, y las naftas, con u$s446 millones.
Ante este panorama, hasta la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reconoció que la Argentina es uno de los países externos a la entidad donde más creció la producción en 2021. Venimos acompañados por gigantes como Canadá, Rusia, China, Estados Unidos, Guyana y Noruega. Mejor aún, la Organización sostiene que la demanda se mantendrá sólida durante este año, traccionada por el crecimiento económico.
Lea la nota completa en Ámbito.