Cómo se prepara Vaca Muerta para el salto exportador

La inauguración oficial del Oleoducto Sierras Blancas-Allen, que se realizó esta semana, marca el ritmo de las grandes obras des midstream para hacer frente al explosivo crecimiento productivo que experimenta la ventana petrolera Vaca Muerta con vistas convertirse en un polo exportador que nutra al país de miles de millones de dólares en el corto plazo.
El nuevo caño, de 105 km de extensión, une el core business de Shell Argentina en Vaca Muerta -líder del consorcio propietario con el 60%-, y desarrollos aledaños de sus socias PAE (25%) y Pluspetrol (15%), con la estación de bombeo de Allen, en Río Negro, del sistema troncal de Oldelval. Tiene una capacidad de transporte de 125.000 barriles de petróleo diarios, pero hoy sólo carga unos 30 mil barriles producidos por Shell.
PAE inició las obras para vincular su yacimiento Coirón Amargo Sur Este (CASE) directamente a la cabecera del nuevo ducto en el transcurso del año. Mientras que Pluspetrol está construyendo un oleoducto desde La Calera hasta Loma Campana, que estará operativo a mediados de año, y en una segunda etapa se conectará desde esa área hasta el caño Sierras Blancas- Allen, según confirmaron fuentes de la compañía a +e.
Habrá capacidad remanente para que se sumen otras productoras, bajo el sistema open access. Entre ellas está Phoenix, interesada en ingresar petróleo desde Mata Mora.
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