Cuál es el impacto de Vaca Muerta en la economía nacional

«Cada persona tiene la posibilidad de cargar dos tanques de naftas o gasoil por mes y hay colas en las estaciones de servicio de más de dos horas. Muchas estaciones de servicio cierran, algunas refinerías y operadoras se van del país y dejamos a un montón de trabajadores en la calle. Nos falta gas, hay empresas que pueden tener gas para producir, las más chicas tienen que adecuarse a cortes y a elevados costos que no les permiten seguir produciendo, tienen que cerrar y tenemos que reemplazar sus productos con importación. Se genera una sensación de desabastecimiento y hay aumento en la conflictividad social porque la gente no se acostumbra a los cortes programados de energía. Nuestras cuencas de petróleo y gas declinan por los últimos 10 años, importamos 200 mil barriles de petróleo y más de 100 barcos de GNL, lo que nos lleva a tener desabastecimiento en la pandemia y en la guerra de Rusia a Ucrania. Esas importaciones son 16 mil millones de dólares que pegan en nuestra balanza comercial y, en la última década, el país pierde 160 mil millones de dólares. No vemos nada que nos pueda cambiar ese futuro desolador de un país que no tiene energía. Eso es Argentina 2023 sin Vaca Muerta”.
Así resumió Miguel Galuccio, presidente y CEO de Vista, el impacto que tiene el shale neuquino en la economía nacional y en la vida cotidiana de los argentinos. Protagonista central del primer acuerdo que puso en marcha el desarrollo no convencional (YPF-Chevron) y fundador de una de las principales productoras de petróleo de la Cuenca Neuquina, realizó esa breve crónica de una especie de distopía del país sin Vaca Muerta durante su disertación en el Council of the Americas.
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