Cuanto puede aportar EEUU a los objetivos Europeos?

Por Luciano Codeseira
Co-director del Instituto de Energía
Las exportaciones de GNL de EEUU están en su punto más alto, impulsadas principalmente por la nueva capacidad en operación, pero también por hecho de que las terminales existentes han estado operando a máxima capacidad a medida que los compradores, particularmente en Europa, toman cada molécula que pueden encontrar.
Cada una de las terminales en los EEUU estableció un nuevo récord de exportación mensual, ya sea diciembre o enero. Con la invasión de Rusia en Ucrania en curso, que amenaza la seguridad y la confiabilidad energética de toda Europa, donde los inventarios de UGS demandan reposición, el foco está puesto cada vez más en el GNL para sustituir al menos una parte del gas que normalmente importa de Rusia.
El nuevo plan de la Comisión Europea (CE) para reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios (275 MMm3/d aprox o 75 MTPA) a finales de este año parece un objetivo extremadamente alto ya que Rusia ha estado suministrando alrededor del 45% del gas natural de Europa. Por supuesto, no se espera que todo ese gas ruso sea reemplaza por GNL, hay barreras vinculadas a la infraestructura existente. Es por eso que se debe expandir otras fuentes de suninistro, tanto del caspio como áfrica.
Ahora, el plan de la CE de 50 Bcm adicional con GNL (algo así como la mitad de aquel 2/3) equivale a alrededor de 520 cargamentos de GNL nuevos o 38 MTPA nuevas destinadas a Europa, lo cual tambien se presenta como desafiante. Por otra parte, días antes del anuncio de la CE, la Agencia Internacional de Energía (IEA) había presentado un plan similar pero menos agresivo, que exige un poco menos de la mitad de ese nivel de importaciones adicionales de GNL. ¿Qué capacidad hay para dar respuesta a un incremento de unos 500 cargamentos adicionales este año? ¿O incluso 200 adicionales, según el plan de la IEA?

Al respecto, cabe recordar que la mayor parte del suministro mundial de GNL se produce en los EE. UU., Australia y Qatar. Y que EEUU superó a los otros dos por primera vez en enero. También que el GNL es la fuente con la mayor flexibilidad de destino. Entre la flexibilidad del contrato y la proximidad de la salida de EEUU, muchos de los cargamentos adicionales que Europa necesitará probablemente provengan de EEUU. Más teniendo en cuenta la ausencia de proyectos a entrar en operación en lo que queda del 2022.
En linea con el rol de EEUU los últimos meses, en corriente año el 70% de los buques que partieron de las costas estadounidenses fueron a Europa, un contraste grande respecto al 30% que caracterizaba ese flujo años atrás.

Entonces, la pregunta a hacerse es cuánto más GNL producido en EEUU se puede entregar a Europa este año. A nivel global, a marzo de 2022, la capacidad de liquefacción asciende a 465, con la entrada en operación de Calcasieu LNG. Y no habrán nuevos proyectos hasta 2023 cuando se conecten Port Arthur LNG (EEUU), Sabine Pass T6 (EEUU) y tal vez Artic LNG (Rusia), hasta tanto se deberá aprovechar al máximo la capacidad instalada, hoy todavía no utilizada al maximo.
En este sentido, EEUU podría proporcionar potencialmente una gran parte de este suministro incremental, y el aumento sugerido por la AIE de 20 bcm podría provenir de manera muy realista exclusivamente de EEUU. La capacidad actual de exportación de GNL de EEUU es de alrededor de 124 Bcm (o 13,3 bcf/d), contando los 1,7 bcf/d nuevos que aporta Calcasieu LNG.
Pero como recurrentemente hay períodos en los que al menos algunas terminales no pueden operar a plena capacidad ya que hay situaciones interfieren con la producción y/o el tráfico marítimo (mantenimiento, huracanes o tormentas invernales extremas), resulta complejo predecir exactamente cuánto de esos 124 Bcm podrían navegar hacia otros continentes. El año pasado, las terminales de EE. UU. produjeron GNL en torno al 94 % de su capacidad, en promedio, con altos niveles de producción en el cuarto trimestre superior a la capacidad neta, que pudieron compensar los niveles más bajos en el segundo trimestre (momento en el que el mercado global de gas natural hunde su estacionalidad).
Asumiendo entre un 95% y 98% (ya que el segundo trimestre se proyecta muy demandado), hay entre 118 Bcm y 122 Bcm con destino a la exportación.
De esta manera, considerando que durante 2022 se registraron en EEUU exportaciones de GNL que promediaron 100 bcm (9,7 bcf/d), habrían 20 Bcm nuevo a aportar con EEUU es este ano. Por otra parte corresponde preguntarse por la reorientación de los destinos en 2022 respecto a 2021, en donde aparecen entre 3 Bcm y 5 Bcm con ese carácter dada la mejora en la hidraulicidad en Brasil y restricciones posibles en Argentina. De esta manera, hay unos 25 bcm , es decir la mitad de aquellos 50 Bcm presentados por la CE, y un poco por encima de la propuesta de la IEA.
De esta manera, se nos presenta una manifestación de cambio histórico en la seguridad energética europea que mueve las bases de la geopolítica y diplomacia energética global, que al principio sonaba muy lejana, ahora parece mas plausible.