EEUU y UE: Impacto energético en nuevas sanciones contra Rusia.

Estados Unidos y la UE están listos para revelar nuevas sanciones contra Rusia esta semana, luego de que las acusaciones de Ucrania sobre posibles crímenes de guerra contra civiles por parte de las fuerzas rusas impulsaron la aplicación de medidas más duras contra el Kremlin.
El martes, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, propuso nuevas y amplias sanciones contra Rusia, dijeron funcionarios europeos, incluida la prohibición de las importaciones de carbón ruso, la reducción del acceso de los transportistas rusos por carretera, de mercancías al bloque y bloqueando algunas exportaciones de maquinaria.
Las medidas necesitarán el respaldo de los 27 estados miembros del bloque. Mientras tanto, EE.UU. planea anunciar el miércoles un nuevo paquete de sanciones que incluiría la prohibición de todas las nuevas inversiones en Rusia.
La prohibición propuesta del carbón ruso, confirmada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sería la primera vez que la UE acuerda bloquear las importaciones de uno de los principales suministros energéticos de Rusia. Las capitales de la UE siguen divididas sobre si imponer una prohibición a las importaciones de petróleo y gas rusos, aunque se está acumulando el impulso para introducir un embargo gradual de los suministros de petróleo ruso.
La Sra. von der Leyen dijo que entre las ideas propuestas por los estados miembros se encuentra un impuesto o arancel sobre las importaciones de petróleo ruso para aumentar su precio y reducir la demanda. También se planteó la idea de pagar a Rusia solo en cuentas especiales de depósito en garantía, de las cuales Rusia no podría usar fácilmente los ingresos, dijo.
El martes, la secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, dijo que Gran Bretaña presionaría a los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y del Grupo de los Siete para que acuerden un cronograma para eliminar las importaciones de energía rusa.
Ese tipo de solución podría ofrecer a países como Alemania, Hungría y Eslovaquia tiempo para reducir sus importaciones de gas y petróleo rusos, pero aun así demostrarle al Kremlin que sus ingresos energéticos de Europa se reducirán drásticamente en los próximos meses. Alemania ya ha dicho que podría dejar de comprar petróleo ruso a finales de año, aunque ha dicho que necesitaría algunas importaciones de gas ruso hasta 2024.
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