La Secretaría de Energía instruyó a Enarsa -la empresa estatal encargada de comprar gas extranjero, supervisar la construcción del gasoducto a Vaca Muerta y la construcción de las represas de Santa Cruz, entre otras tareas- a operar transitoriamente la operación de las centrales hidroeléctricas de la cuenca del Comahue, que abarca las provincias de Neuquén y Río Negro.
Eso es por el vencimiento de las concesiones que allí operan, luego de 30 años de operaciones. Algunas ya vencieron y otras están por hacerlo.
La disposición de Energía fue a través de una nota dirigida al presidente de Enarsa, Agustín Gerez.
En Enarsa se están preparando para el proceso de tomar las represas y tomaron una primera decisión: contratarán una auditoría internacional, de una firma inglesa especializada en esta clase de operaciones. El objetivo es establecer el estado de las operaciones. Pero hay algo más.
Enarsa quiere conocer el nivel exacto de trabajadores y operarios necesarios para que las represas funcionen con la dotación de personal adecuada. “Hay ocasiones en que el Estado toma una empresa y la llena de empleados innecesarios, lo que ha sucedido en distintas administraciones. Eso no va a pasar acá. Se hará lo que diga la auditoría. Si allí se establece que el funcionamiento óptimo es con una cantidad determinada de empleados y/o operarios, se respetará ese número. No habrá empleados por favores “políticos’”, insisten en Enarsa.
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