El gas de Vaca Muerta que va en gasoducto a Bahía regresa en camiones

Paradójicamente, en la provincia de Vaca Muerta, la segunda fuente de recursos no convencionales más grande del mundo, el gas que consumen varias localidades de la cordillera neuquina llega en camiones desde Buenos Aires, provincia que no produce una molécula de hidrocarburos.
Por cuestiones técnicas de coyuntura que se espera se corrijan a corto plazo, en el invierno, gran parte del gas que necesitan localidades del interior neuquino que no están conectadas a los sistemas de transporte viaja más de 500 kilómetros por gasoducto hasta Bahía Blanca para regresar por vía terrestre tras un recorrido de más de mil kilómetros.
Se trata del GLP (gas licuado de petróleo), un subproducto del gas denominado propano comercial, que necesita la empresa del estado provincial Hidenesa (Hidrocarburos del Neuquén SA) para abastecer a 16 poblaciones del interior neuquino.
Por la declinación natural que vienen registrando en los últimos años los yacimientos convencionales, los puntos de suministro de GLP en la provincia comenzaron a mermar su producción, lo que ha generado la necesidad de acudir a Bahía Blanca, el principal nodo de fraccionamiento del gas de Neuquén y de las cuencas del sur del país, donde compañías como TGS y MEGA recuperan los componentes más ricos del gas natural, los líquidos (etano, propano, butano y gasolina natural).
“Desde 2019 en adelante comenzamos a hacer mayor cantidad de viajes a Bahía Blanca y se ha acentuado aún más este año, por la baja de la producción de GLP en El Portón, que es nuestro punto de abastecimiento más cercano”, explicó a +e el presidente de Hidenesa, Sergio Schroh.
La compañía neuquina tiene un cupo para este año de 31.100 toneladas de GLP aprobado por Secretaría de la Nación, sobre un total de 150.000 toneladas para todas las subdistribuidoras del país. Ese volumen es subsidiado por el Estado nacional.
En Neuquén, para transportar esas cargas, se necesitan 1200 viajes de camiones, el 80% provenientes de Bahía Blanca. En invierno, por la mayor demanda, se mueven entre 50 y 60 equipos para abastecer a las localidades neuquinas. Los mayores costos de la logística son absorbidos por el Tesoro de la provincia.
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