El escenario más temido por las grandes generadoras eléctricas y en menor medida por empresas petroleras se terminó de confirmar este jueves por la tarde cuando el ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, blanqueó a unos 50 ejecutivos del sector energético que el gobierno pagará con un bono una deuda millonaria consolidada en Cammesa, la empresa que se encarga del despacho de energía, porque el Estado no pagó los costos de producción y transporte eléctrico durante los últimos cuatro meses.
Flanqueado por Diego Aduriz, jefe de Asesores del Palacio de Hacienda, y por el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, que pese a ser la autoridad de aplicación en la materia prácticamente no emitió opinión en la reunión, Caputo afirmó la intención de cancelar con el bono AE38, un título en dólares que hoy cotiza un 50% por debajo de la par, un pasivo de unos U$S 1200 millones acumulado por las empresas, tal como había adelantado EconoJournal el 9 de marzo.
A su vez, a las generadoras que acumularon acreencias en pesos se les ofreció un bono tipo dólar linked, aunque por la mitad del valor nominal del pasivo. En ambos casos, lo que se deja traslucir es que el gobierno quiere que las empresas aceptan una quita del 50% del capital que deberían cobrar. Los intereses por el atraso de pago no llegaron ni siquiera a discutirse. En una extraña interpretación, Aduriz señaló que como Cammesa no llegó a emitir las facturas de pago a las generadoras (cobran por la producción de energía) y a las petroleras (se les remunera la venta de gas para centrales termoeléctricas) no corresponde abonarlos.
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