La decisión de Estados Unidos de pausar las aprobaciones de nuevas licencias para exportar gas natural licuado es bienvenida, y existen riesgos «reales» de que algunas infraestructuras terminen varadas, dijo el ministro de Energía de Canadá.
La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está «haciendo lo correcto» y está siguiendo los pasos de las medidas de Canadá para combatir el cambio climático, dijo Jonathan Wilkinson en una entrevista con Bloomberg TV en París. «Cada vez más, hay mucho escepticismo sobre cuántas instalaciones más de GNL se requerirán y el riesgo de activos varados es real».
«Le corresponde a Estados Unidos analizar eso detenidamente», agregó.
Los comentarios del funcionario canadiense se producen después de que la administración estadounidense decidiera a fines de enero detener la aprobación de nuevas licencias de exportación de GNL mientras examina cómo los envíos afectan el cambio climático, la economía y la seguridad nacional. La medida golpea el corazón del debate sobre el papel del GNL en el futuro de la energía, y los defensores sostienen que es crucial para lograr que las naciones en desarrollo dejen de usar carbón y permitir que Europa impulse su economía sin gas ruso.
Los ambientalistas, por su parte, advierten que la construcción de la enorme infraestructura requerida para enviar GNL garantiza que se quemará para las generaciones venideras. Wilkinson compartió ese punto de vista, argumentando que el GNL puede usarse para «desplazar las energías renovables futuras, lo que no nos ayuda en absoluto desde una perspectiva climática».
Wilkinson habló en el marco de un evento para celebrar el 50 aniversario de la Agencia Internacional de Energía en París esta semana.
Tras el anuncio de Biden, los compradores de las naciones asiáticas que importan GNL, en particular China y Japón, han comenzado a buscar alternativas para compensar los posibles retrasos en los proyectos estadounidenses, según ha informado Bloomberg.
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