Energía trabaja contrarreloj para cerrar la revisión tarifaria de gas y electricidad

El gobierno viene autorizando todos los meses subas en las tarifas de gas natural y electricidad en línea con la inflación para que los ingresos de las empresas reguladas (fundamentalmente de las distribuidoras) se mantenga estable en términos reales. Para el mes entrante se esperaba, a su vez, que se aplicara un ajuste adicional como resultado de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), un proceso que los entes reguladores vienen discutiendo desde hace meses con los compañías privadas a fin de definir cómo evolucionarán los ingresos de distribuidoras y transportistas durante los próximos cinco años. Sin embargo, fuentes oficiales y del sector privado indicaron a EconoJournal que esa actualización recién entrará en vigencia en mayo porque ni el ENRE ni el Enargas pudieron concluir el proceso de revisión. De esa manera, el 1° abril las tarifas volverán a incrementarse en línea con la inflación —el Valor Agregado de Distribución (VAD) de las distribuidoras gasíferas aumentaría cerca de un 2,5%— con el mismo criterio de evitar que se atrasen en términos reales frente a la nominalidad de la economía.

Desde la Secretaría de Energía se dejó transcender la semana pasada que la suba por sobre la inflación, una vez que esté terminada la Revisión Quinquenal Tarifaria, tendrá un techo de 9,9% para los hogares y se aplicará en tres cuotas para hacer más gradual el impacto sobre los precios, aunque fuentes privadas indicaron que en estos días podría revisarse el esquema de cuotificación. EconoJournal informó el pasado 18 de marzo que para poder cumplir con ese techo y al mismo tiempo garantizarles a las distribuidoras los ingresos necesarios para prestar el servicio se estaba evaluando aplicarles un incremento mayor en términos relativos para las industrias.

Incremento diferencial

Esa idea sigue en pie y en el gobierno buscan dejar en claro que ese rebalanceo entre industria y hogares no es arbitrario y tiene una justificación. Lo que sostienen las fuentes oficiales es que en los últimos 20 años el aumento promedio de la tarifa residencial fue significativamente mayor que la de los otros segmentos. Ese dato es el que permitiría justificar ahora un mayor aumento para las industrias y los usuarios de GNC. «Desde 2001 a la fecha (caída de la Convertibilidad) el aumento acumulado para los usuarios R1 (de menores consumos) y para los GUDI’s (grandes usuarios industriales) fue, en el caso de algunas distribuidoras, muy inferior que para los usuarios de mayor consumo como los R33 y los R34», explicó un alto ejecutivo del sector.

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