La economía argentina está experimentando una transformación impulsada por la energía, y Vaca Muerta se ha convertido en el eje de esta revolución. En el último año, las empresas del sector energético han comenzado a reinsertarse en los mercados internacionales de deuda, después de un largo período de aislamiento, gracias al creciente interés de los inversores en el yacimiento neuquino.
Vaca Muerta es la segunda mayor reserva de gas no convencional y la cuarta de petróleo crudo no convencional a nivel mundial, con recursos estimados en 308 billones de pies cúbicos de gas y 16.200 millones de barriles de petróleo.
En 2024, la producción de gas representó el 49% del total nacional, mientras que la producción de petróleo shale alcanzó el 55%.
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