Impensada disputa entre petroleras por uno de los proyectos clave de Vaca Muerta

Una impensada disputa se originó la semana pasada en torno a una las iniciativas más esperadas por las petroleras que extraen crudo en Vaca Muerta: la ampliación de la red de transporte de oleoductos de Oldelval, que conecta la cuenca Neuquina con el puerto de Bahía Blanca. La compañía de midstream licitó el martes (18 de octubre) la capacidad adicional de transporte que sumará el proyecto Duplicar, que contempla una inversión de alrededor de US$ 750 millones para multiplicar por dos, en los próximos 24 meses, el tamaño del sistema de ductos para evacuar el petróleo que se produce en los yacimientos no convencionales.
Básicamente, cada compañía tenía que ofertar qué cantidad de transporte —medido en metros cúbicos (m3)— estaba dispuesta a contratar de manera permanente por los próximos 14 años en función de los proyectos de producción que tienen en carpeta en Vaca Muerta.
La cantidad de propuestas que se recibieron habilita interpretaciones de distinto orden. En total, las 21 empresas que se presentaron en el proceso —entre las que se destacan grandes jugadores como YPF, Shell, Vista, Chevron, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE) y productores de menor tamaño como Capex, PCR y Aconcague— propusieron contratar, en conjunto, 130.000 m3 de transporte en firme, 3,6 veces más que la capacidad que sumará el proyecto de ampliación de Oldelval (36.000 m3).
Mar de fondo
Entre las compañías que más capacidad de transporte solicitaron figuran Chevron, que ofertó contratar 36.000 m3; YPF, que pidió 25.000 y CHNC (una compañía creada por la petrolera norteamericana y la controlada por el Estado nacional), que ofreció 15.000 m3. Es decir, entre YPF y Chevron —y su subsidiaria— propusieron ‘comprar’ capacidad de evacuación por 66.000 m3, casi el doble que lo que licitaba Oldelval. La impensada situación generó un creciente malestar en el resto de las petroleras. Algunas incluso evalúan por estas horas realizar una presentación ante la Secretaría de Energía para pedir que el Estado resuelva la cuestión.
Una lectura lineal de las propuestas recibidas deja en evidencia que efectivamente existe un interés innegable de las empresas privadas por Vaca Muerta, dado que se presentaron muchas más ofertas que las que se esperaban. Es que para las productoras asegurarse el acceso a la red de oleoductos es una condición excluyente para elevar la perforación y producción de pozos petrolíferos. De nada sirve —y es imposible en los hechos— aumentar la producción en los yacimientos si no se puede cargar en un oleoducto ese producto para llevarlo hasta el puerto de Buenos Aires, ya sea para venderlo a alguna refinadora o para exportarlo por el Atlántico.
Desde Oldeval destacaron la participación de las operadoras interesadas y señalaron que seguirán trabajando para atender las necesidades de transporte de todos los actores e impulsar el desarrollo de Vaca Muerta que genera un importante flujo de divisas para el país.
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