Importación de electricidad desde Brasil descomprimió la crisis energética

Las lluvias en Brasil están realizando un aporte más que significativo para la seguridad de suministro de energía en la Argentina. De hecho, la recuperación de los niveles de agua en los complejos hidroeléctricos del país vecino fue el elemento determinante que permitió oxigenar el escenario de despacho físico de energía durante los meses de frío. La crisis por la falta de combustibles que se proyectaba a principios de año hoy parece haberse atemperado.
Al incremento que se viene registrando en la generación hidroeléctrica en las represas de Yacyretá y Salto Grande se sumaron este mes las importaciones de electricidad desde el país que preside Jair Bolsonario. Si se mide ese impacto en volúmenes adicionales de gas con los que está contando la Argentina, la suma de esas tres fuentes equivale al suministro que aportaría un tercer buque regasificador de LNG, que se agrega a los dos que ya están operativos en Escobar y en Bahía Blanca.
Hace dos semanas Brasil comenzó a exportar electricidad a la Argentina en el marco de un swap de energía acordado en abril. Los envíos bajo el programa de intercambio se extenderían sólo unos días más. También se importó energía generada con carbón desde centrales térmicas instaladas al sur brasileño a un precio cercano a los 100 dólares por megawatt por hora (US$/MWh). De acuerdo con cálculos que realizaron en el sector privado, las importaciones de energía eléctrica desde Brasil registradas el 11 de mayo fueron equivalentes a algo más de 7 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas natural.
Ese mismo día, las represas de Yacyretá y Salto Grande abastecieron energía equivalente a algo más de 6 y 3,5 MMm3/d, respectivamente. Si a estas cifras se suman las importaciones de electricidad desde Brasil, la cuenta final arroja que Argentina está recibiendo el equivalente a algo más de 16 MMm3 de gas natural por día gracias a las lluvias registradas en el sur del país vecino, que están teniendo un impacto positivo en la generación hidroeléctrica tanto de Brasil como en las represas que Argentina comparte con Paraguay y Uruguay.
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