Irak buscará controlar el mercado petrolero en Kurdistán

Tras dos fallos judiciales históricos recientes del Tribunal Supremo del Gobierno Federal de Irak (FGI) en Bagdad, surgieron noticias la semana pasada que el Ministerio del Petróleo de Irak está proponiendo la creación de una Compañía Nacional de Petróleo de Kurdistán bajo la propiedad federal del gobierno en el sur de Irak. Esto tiene como objetivo despojar a cualquier autoridad que el gobierno de la región semiautónoma de Kurdistán (KRG) en el norte de Irak tenga sobre su industria petrolera fuertemente dominada por Rusia y haría que todos los contratos previos celebrados entre el KRG y las compañías petroleras estén sujetos a revisión. De hecho, el Ministerio de Petróleo de Irak con sede en Bagdad ha ordenado ahora al KRG que suministre copias de todos los contratos de petróleo y gas firmados entre el gobierno de la región y partes externas durante los últimos 18 años, así como declaraciones de ingresos relacionados. En una aparente muestra de apoyo al Gobierno Federal de Irak en Bagdad, la semana pasada el gobierno de EE.UU. otorgó a Bagdad una de las más grandes exenciones para continuar importando gas y electricidad de Irán como una solución provisional a sus problemas de suministro de energía nacional.
Rusia ha sido durante mucho tiempo una espina en el costado de todos y cada uno de los intentos de los EE. UU. de adoptar un realineamiento constructivo de su relación con Irak, habiendo tomado efectivamente el control de la infraestructura petrolera en la región norte de Kurdistán en 2017. Al detectar una oportunidad para proyectar su propio poder en el caos que siguió al voto del «sí» de Kurdistán sobre la independencia del resto de Irak en 2017, Rusia, a través de su representante corporativo del petróleo, Rosneft, al principio proporcionó al gobierno del GRK 1.500 millones de dólares estadounidenses en financiación a través de ventas de petróleo a plazo pagaderas en los próximos tres a cinco años. Luego tomó una participación de trabajo del 80 por ciento en cinco bloques petroleros potencialmente importantes en la región, junto con inversión corolaria y asistencia técnica, tecnológica y de equipos. Finalmente, estableció la propiedad del 60 por ciento del vital oleoducto KRG-Turquía mediante el compromiso de invertir US$1.800 millones para aumentar su capacidad a un millón de barriles por día.
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