La bajada del petróleo abre la puerta a una estabilización de los precios

De pronto, una esperanza entre el cúmulo de malas noticias sobre la inflación. El dato de precios de julio en Estados Unidos, bastante mejor de lo previsto, y la moderación del petróleo y otras materias primas clave en el engranaje de la economía mundial —por ejemplo, el cobre o el trigo— han dado rienda suelta a una retórica algo menos pesimista sobre el mayor elemento de preocupación económica de estos días. Y ofrece, también, un arsenal de argumentos para quienes sostienen que esta erupción inflacionista es un animal que poco tiene que ver con el que sacudió al mundo en la década de los setenta, y que el aterrizaje suave —esto es: contención de precios sin necesidad de una recesión de caballo— es posible.
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