El 2024 fue un año récord para Vaca Muerta con todos los indicadores en verde. No quedó registro por romper ni parámetro que mostrara una caída que preocupara a los actores de la industria. El 2025 se espera ratificar todo lo hecho el año pasado y seguir exigiendo a la maquina que arrancó y no piensa parar.
Para tomar relevancia de lo que significará este año, las operadoras y las empresas de servicio proyectan 24.000 etapas de fractura, lo que representa un incremento del 30% respecto al año anterior. YPF liderará con más del 50% de las operaciones, aunque se espera un ajuste leve en sus números. Este salto representa un incremento significativo respecto a las 18.000 etapas del año anterior.
Otro dato para tomar en cuenta es que, a finales de 2024, las operadoras ya alertaban a los proveedores sobre un 2025 con gran dinamismo. Factores como la estabilidad económica y la promesa de la eliminación del cepo cambiario generan confianza en el sector a tal punto que se han impulsado rondas de inversión con grandes firmas internacionales, captando cientos de millones de dólares para nuevos proyectos.
Uno de los atractivos principales de Vaca Muerta es su calidad geológica. Los pozos promedian resultados comparables con los mejores del Permian, asegurando un rápido retorno de inversión. Con un retorno de inversión en un año o año y medio, la roca madre se consolida como una opción rentable y segura para los capitales internacionales.
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