Las empresas petroleras esperan la letra chica del “cepo light”

El nuevo esquema de controles cambiarios para el sector energético que presentó el Gobierno llegó justo semanas antes de que las grandes compañías extranjeras empiecen a delinear su plan de inversiones para el año próximo. Un cambio normativo como el que anticipó este martes la Casa Rosada podría hacer reconsiderar proyectos que estaban cajoneados o inclinar la balanza para que las firmas hundan un poco más de capital del previsto, aunque algunos ejecutivos del área son escépticos. Otros recién esperan a tener la letra chica del decreto publicada para dictaminar el peso real del anuncio.
Esa fue la lectura variopinta que hicieron entre las empresas que participaron este mediodía del acto en el Museo del Bicentenario, y al que el Poder Ejecutivo le dio la suficiente relevancia como para que sea encabezado por el propio presidente Alberto Fernández. La platea empresaria estuvo integrado por un puñado de CEOs de grandes empresas de energía, otras eligieron no mostrar a sus número uno en el anuncio y enviaron ejecutivos.
A la derecha de los funcionarios que hicieron el anuncio se sentaron representantes de compañías productoras (entre YPF y extranjeras con fuerte peso en la actividad hidrocarburífera en la Argentina) pero también otras que se dedican, por ejemplo, a fabricar los equipos de perforación que compran las productoras para llevar adelante sus proyectos. El interés de este último sector también estaba sobre la mesa: serían uno de los rubros beneficiados en caso de que prospere el “cepo light” presentado por Alberto Fernández y Martín Guzmán.
En términos generales, la propuesta fue bienvenida en el sector privado. Pero como suele suceder luego de un anuncio, los ejecutivos del sector esperan a conocer la letra chica del decreto, que se publicará en las próximas horas, para terminar de mensurar qué impacto podría tener. Lo que sí reconocen es que el timing de la concreción de la promesa que venía repitiendo Guzmán en distintas ocasiones en los últimos meses no se choca con los tiempos de las multinacionales del sector, que entre julio y agosto comienzan a diseñar el plan de inversiones del año siguiente. Una demora mayor para la cristalización de la propuesta hubiera implicado dejar afuera del análisis con las casas matrices la nueva “zanahoria” para inversiones.
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