Esta vez no pasa ni por la seguridad jurídica, ni por el orden macroeconómico ni por reglas claras. La variable principal que decidirá si se concreta la inversión de uno de los mayores proyectos petroquímicos a escala mundial en el país es simplemente una cuestión geológica que está bajo análisis.
“Obviamente que nos ayuda mucho cuando se puede transferir dividendos al exterior, cuando la situación comercial es mucho más transparente o cuando hay un mercado un poco más abierto en el tema de flujo de capitales. Pero hoy, por los objetivos de sustentabilidad que tiene Dow, el primer disparador para pensar en la inversión pasa por la carbono neutralidad. Y eso depende de la estructura geológica del suelo. Porque lo que se hace es capturar el dióxido de carbono y colocarlo en cavernas”, explica Javier Constante, presidente de Dow para América Latina y Brasil.
En su paso por Buenos Aires, el ejecutivo radicado en San Pablo con más de 30 años de carrera en la industria petroquímica, cuenta los planes de la empresa en el país y la intención de agregar valor al gas de Vaca Muerta. “Tenemos que exportar productos elaborados, no materia prima”, sostiene en diálogo con Forbes.
Lea la nota completa en Forbes.